maplemag.com
Diary

Six Sex lista para AXE Ceremonia ’24.

MAPLE SIX SEX

por Alejandro González Castillo

Diabla noctámbula, transgresora e iluminada.

Disloca beats con la misma simpleza que quiebra caderas y asina letras mayúsculas y minúsculas en su temario. Perrea recio cuando la pista de baile se desparrama, soltando frases que, como enunciados de neón, le despiertan el apetito lo mismo a quienes buscan sexo que porros. Alucina y trasgrede al parejo, felina y juguetona, haciendo que las masas sacudan sus masas en Primavera Sound, Lollapalooza o el antro oscuro aquel donde lo que importa sucede. Six Sex se anuncia lista para lo que venga; y el resto va seguirle el ritmo, es cuestión de tiempo.

Originaria de Villa Tesei, al Oeste de Buenos Aires, la “Lokita maniaticA” dice venir de “una familia muy humilde”, así como que encontró en las figuras de su madre y abuelos los pilares que hasta la fecha la mantienen de pie. En su barrio no pasaba nada en sus días germinales, así que pronto se mudo a Capital con la intensión de tomarse en serio los juegos que procuraba siendo niña, es decir, dar “shows ante la gente, transmitir emociones”. Y así sería. Agarraría vuelo recordando a Grimes, Madonna y Lady Gaga. Con la salida de su EP debut, Fantasy, la prensa aceptaría que la chica estaba pariendo un género musical inédito, el ravetón.

Hoy día, cada vez será más difícil que atienda cuando alguien le llame por su nombre de pila: Francisca Puello. Aunque se te trate de la misma niña que creció al lado de un cementerio y que, ante la urgencia de elegir un apelativo para subir un tema a Soundcloud, casi sin querer dio con el alter ego que le daría fama: Six Sex. “Sabía que todos relacionan el seis con el demonio y entonces me dije, bueno, vamos a usarlo”, recuerda la de “Hot&perfecT”. La diabla risueña que acá nos habla de moda y rebeldía, tradición y fiesta. De cables que se cruzan y de cuerpos libres, abandonados al ritmo. Su ritmo. El de ella. El que todos vamos a terminar siguiendo.

¿Cuándo dijiste: esto de la música es lo que haré por el resto de mi vida, recuerdas?

Hubo un momento en el que estaba viendo un documental, no recuerdo de quién, y observaba al público gozando con la música de cierto artista. Y me emocionó, y pensé en dedicarme a eso. Luego crecí y conocí a la gente correcta, pero antes creía que mi sueño sería imposible. Hace poco empecé a tomármelo en serio, a decir, esto es más que un hobby, es algo que necesita todo mi tiempo y cabeza; un detalle que cuesta trabajo aceptar.

Siempre escuché música muy variada. Lady Gaga, Madonna, Grimes. Pero era más por cuestión de consumo, no pensaba que quería ser como alguna de ellas. Muchas mujeres me han ayudado a estar donde estoy. O sea, cuando hago música muy pocas veces hablo de mí; estoy inspirándome en amigas, me apropio de cosas. Por ejemplo, en “Hot&perfecT” no estoy diciendo que yo sea hot y perfecta, sino que pienso en mis amigas, y en mis ídolas del pop también.

Has engendrado un nuevo género musical, el ravetón.

La realidad es que eso la prensa lo encontró pintoresco y lo agarró. Saqué una canción hace un montón y a la hora de pensar en algún hashtag para encasillarla en los géneros donde el tema se englobaba, pues metí eso. A un medio de Argentina le gustó mucho y lo infló más de lo que era. Yo quisiera que mi música no se encasillara, que fuera algo más amplio. Pero entiendo que la gente necesita relacionar lo que suena con ciertos conceptos.

Aunque de alguna manera funciona ese término, porque tú música ayuda a llenar la pista de baile, tal como hacen los raves y el reggaetón.

Claro. Para mi el rave y el reggaetón son músicas para irse de joda. Básicamente. Es lo que escucho cuando salgo.

¿Cómo decides qué ponerte cuando sales? ¿Sólo ocurre, se trata de un proceso bien planificado o de un asunto de estado de ánimo?

Todo depende de mi estado de ánimo así como de adónde vaya a ir. Hay limitaciones, como lo que pasa en el exterior. Hay veces que me miro y me digo, no, no puedo salir así. Al final todo es una ilusión, porque luego salgo en pijama y es igual de incómodo, o igual y la gente me va gritando cosas. Me encanta salir en pantuflas, por ejemplo, aunque si voy con mis amigas hay un dress code, porque vamos juntadas. Tengo mucha ropa. La verdad es que cuento con cosas que pensaba que iba a usar mucho y al final no me he puesto nunca.

Por otro lado, lo que está de moda para mí no es tan importante, pero sí que termina influyéndome. No soy tanto de agarrarme de tendencias, pero inevitablemente caigo y me pongo algo que es trending, aunque trato de no guiarme por eso. No sé, ahora con lo de coquette me ha ocurrido. Incluso me pasa con series, veo que la gente explota y todos andan vestidos de determinada manera, en cualquier parte; así pasó con Euphoria. Yo no puedo usar algo simplemente porque todos los consumen. Al final, no sé que tanto me influya lo que está de moda. No soy mucho de redes sociales, hay cosas que suceden y no me importan tanto. No tengo X, TikTok casi no lo uso e Instagram me lo cierran todo el tiempo.

¿Por qué te pasa eso con Instagram?

La verdad es que no sé. Me lo cerraron hace poco y al otro día estaba abierto, y luego otra vez cerrado. No sé, es rarísimo. Yo veo cosas peores que las que publico. Un poco por mi nombre ha de ocurrir, quizá. Me han aconsejado cambiarlo, pero a estas alturas, no sé, he luchado mucho por él.

Finalmente estás trasgrediendo, ¿no te lo parece?

Sí y no. Muchas mujeres vienen trasgrediendo desde hace tiempo y ellas me permiten moverme en ciertos espacios para transmitir con mayor comodidad eso que quiero. Siento que la sociedad no está lista para algunas cosas, aunque el terreno luzca fértil. Mi mensaje es transgresor, pero viene de la mano de un discurso que está creciendo desde hace bastante tiempo, como la libertad sexual, como traspasar la cosificación femenina. A la gente se le cruzan los cables, no termina de entender. La realidad es que, en mi caso, todo se resume a que cada quien haga lo que quiera con su cuerpo.

Sigue todas las novedades de este proyecto en @sixsex_bb.

MAPLE SIX SEX IG