Saturday Night Live (SNL) —un programa estadounidense de sketches de comedia en vivo que celebró recientemente 50 años al aire— ha sido un semillero de actores que son toda una eminencia en el mundo de la comedia, tales como Chris Rock, Bill Murray, Tina Fey, Adam Sandler, Amy Poehler y Jimmy Fallon, entre muchos otros. La noche que dio origen a esta historia de medio siglo de risas inspiró la película “Saturday Night”, coescrita y dirigida por Jason Reitman (Juno/ Thank You For Smoking).

El filme, producido por Jason Blumenfeld, Peter Rice, Jason Reitman y Gil Kenan; y escrito por Gil Kenan y Jason Reitman, se centra en la noche de la premier de SNL en 1975, con un grupo de jóvenes actores que en 90 minutos cambiaron para siempre la historia de la comedia… aunque estuvo plagada de drama, romance, estrés, adrenalina y determinación.
oLa película comienza con el joven productor Lorne Michaels que llega al famoso 30 Rockefeller Center en Nueva York, 90 minutos antes de que su nuevo programa salga al aire. ¿El problema? Lorne tiene un actor desaparecido, un set incompleto y una cadena de televisión que está apostando en su contra.
El objetivo de “Saturday Night” era hacer una comedia de suspenso que ponga a las personas en el estudio donde se graba el programa, para que sepan exactamente cómo se siente al escuchar la cuenta regresiva para salir al aire. “Quería que la audiencia sintiera esa mezcla embriagadora de adrenalina y destreza escénica”, asegura el director Jason Reitman.
Para lograr transmitir lo que el director planeaba, la producción construyó una recreación completa del octavo y noveno piso del Rockefeller Center, incluido el Estudio 8H, para que los actores pudieran actuar en un ambiente inmersivo, a través de puertas, subiendo y bajando escaleras. Por su parte, el director de fotografía Eric Steelberg optó por filmar en 16mm, ya que captura mejor la esencia de una época, y se eligieron tomas largas para transmitir la ilusión de que todo ocurre en una toma continua.
El vestuario, a cargo de Danny Glicker fue fundamental para recrear el alma de una época y la personalidad de cada uno de los personajes involucrados en este momento histórico. En combinación con la música en manos del talentoso músico Jon Batiste (ganador de un Grammy y un Oscar) —quien también actúa en el filme—, la ambientación recrea a la perfección el dinamismo del Nueva York de los 70.
“Siempre me ha encantado esa historia. Me encanta la historia de un grupo de jóvenes que arrebataron la televisión de las manos de otros. No esperaron permiso. Simplemente la tomaron, la aprovecharon y cambiaron la televisión para siempre.”
-jason reitman, director de la película.
YA DISPONIBLE EN CINES SELECTOS.