¿Qué significa hoy la feminidad? ¿Cómo se puede definir? El desfile de Prada Otoño/Invierno 2025 de Miuccia Prada y Raf Simons es una interrogación de estos conceptos; en sí mismo, un ejercicio de planteamiento de preguntas, de provocación de debates, en torno a nuestra percepción colectiva de la tipicidad de la feminidad, sobre las nociones de belleza, sobre cómo esas percepciones pueden cambiar constantemente.
Desplazamiento, reescalado, rematerialización, recontextualización y descontextualización. Los vestidos, emblemáticos de la feminidad, se transforman de forma constante e incesante, tanto a través de la forma como de la manera en que se llevan. Los fragmentos de las prendas se desplazan alrededor del cuerpo, liberados de su función y de su lenguaje original.
Su apariencia es irreconocible y cuestionamos su origen. Sus significados cambian a medida que se mueven, mientras que, a través de las reacciones entre elementos separados, se pueden crear siluetas nuevas.
Se alteran las proporciones, ajustando el comportamiento de la ropa y la relación entre el cuerpo y el vestido. En un proceso de reducción, se enfatiza la construcción. Se utilizan materiales atípicos, costuras crudas expuestas con intención.
Los gestos de glamour en los accesorios –joyas, bolsos, moños, adornos– contrastan con esta crudeza, en una oposición. Esta diferencia y divergencia refleja la multiplicidad de la feminidad, un cuestionamiento adicional de su determinación.
En el Deposito de la Fondazione Prada, la crudeza se contrapone al refinamiento y la estructura a la decoración en el decorado del desfile. Un andamio de metal reconfigura el espacio, cubierto con una alfombra diseñada originalmente por Catherine Martin. Al dejar al descubierto estas dicotomías visuales, este entorno, a su vez, puede verse como un reflejo de una complejidad de significados incorporados en la ropa.