La incursión de Gucci en la artesanía en seda comenzó en la década de 1950, sentando las
bases de un legado de arte y lujo que perdura hasta el día de hoy. Los primeros diseños
presentaban motivos inspirados en los artículos de cuero distintivos de la Firma, que
reflejaban las raíces artesanales de Gucci.

En un movimiento que definiría su futuro en la seda, Gucci se asoció con un distinguido
productor de seda de Como, Italia, en 1958. Juntos, crearon la primera mascada
colaborativa, Tolda di Nave, una obra maestra de temática náutica que marcó el comienzo
de décadas de innovación en seda.
A lo largo de la década de 1960, Gucci elevó sus diseños de mascadas a través de una
colaboración con el reconocido ilustrador Vittorio Accornero de Testa. Sus creaciones
imaginativas, caracterizadas por detalles complejos y temas vibrantes, impulsaron las
mascadas de Gucci al estatus de icono. Entre 1960 y 1981, Accornero diseñó casi 80
mascadas exquisitas, transformando la seda en arte.
A medida que las mascadas se volvieron centrales en la identidad de Gucci, una variedad
de temas — florales, animales, motivos náuticos y ecuestres, junto con el icónico
monograma GG y la palabra Gucci — adornaron la seda.
En 1969, la seda se extendió más allá de los accesorios a la ropa, con estampados de
mascadas adornando camisas y vestidos, una tendencia popular hoy en día, con patrones
de seda que se reflejan frecuentemente en las colecciones ready-to-wear de Gucci.
La mascada Flora, uno de los diseños más icónicos de Gucci, fue creada en 1966 como un
homenaje a la Princesa Grace de Mónaco. Inspirado por el deseo de Rodolfo Gucci de
celebrarla con un regalo único, Vittorio Accornero de Testa completó la elaborada obra
maestra en solo una semana.

Con 27 flores y bayas, mariposas e insectos, esta elaborada composición requirió 37 colores
distintos, cada uno aplicado meticulosamente a través de diferentes pasos de impresión, un
testimonio de la artesanía inigualable de Gucci. La influencia del motivo pronto se expandió,
inspirando el primer vestido de seda de la marca en 1969. Con el tiempo, Flora se ha
reinventado continuamente, y cada director creativo de Gucci ha impregnado el diseño con
su visión personal al tiempo que conserva su encanto atemporal.
La fascinación náutica de Gucci comenzó con Tolda di Nave, su colaboración de la década
de 1950 con Fiorio. Esta inspiración marítima cobró prominencia en la década de 1960 a
través de la dirección imaginativa de Accornero, estableciendo los temas náuticos como un
elemento clave de las colecciones de seda de Gucci.

El motivo Marina Chain, introducido a mediados de la década de 1970, primero adornó joyas
y accesorios antes de expandirse a mascadas y ready-to-wear. Con patrones complejos de
cadenas entrelazadas que simbolizan la sofisticación marítima, el motivo fue recientemente
reinventado por Sabato De Sarno para la línea de joyería 2023 de Gucci, reafirmando su
atractivo atemporal.
Los motivos animales han sido una parte integral del vocabulario de diseño de Gucci desde
el debut del estampado Animalia de Vittorio Accornero en 1969. Conocido por sus
representaciones vívidas de la vida silvestre, incluidos leones, pájaros y mariposas, este
diseño adornó corbatas, mascadas y prendas de ready-to-wear durante las décadas de 1970
y 1990.

El monograma GG, presentado en 1969, evolucionó a partir del patrón Diamante de Gucci.
Con Gs entrelazadas en un diseño de diamantes, apareció por primera vez en equipaje antes
de adornar mascadas, corbatas y colecciones ready-to-wear. Su simplicidad elegante
consolidó su estatus como sello distintivo del lujo de Gucci.

La herencia ecuestre de Gucci ha moldeado profundamente sus diseños de mascadas de
seda. En la década de 1950, los primeros motivos celebraban actividades al aire libre como
la equitación, el golf y la pesca. Esta influencia aumentó con la introducción de dos símbolos
perdurables: la tribanda Gucci Web, inspirada en las rayas de las cinchas de las sillas de
montar, y el motivo Horsebit. El Horsebit, caracterizado por un anillo y barra dobles, debutó
en la década de 1950 como un homenaje a los deportes ecuestres. Pronto se convirtió en
un sello distintivo de la Marca, integrado a la perfección en bolsos, zapatos, cinturones,
joyería, mascadas y colecciones ready-to-wear, mezclando tradición y modernidad.

En la década de 1980, Gucci fortaleció sus vínculos ecuestres al patrocinar eventos
prestigiosos como la competencia de Piazza di Siena en Roma. La Firma produjo mascadas
conmemorativas para estas ocasiones, consolidando su asociación con el deporte. De 2009
a 2014, Gucci patrocinó el Masters de París, creando mascadas de edición limitada que
reflejaban su pasión por la equitación.