Para otoño/invierno, Kim Jones explora e clasicismo y la elegancia a través del lente de la sutil subversión. Dibujando directamente desde el guardarropa de Delfina Delettrez Fendi -Como ella viste sus archivos de Fendi con un instintivo sentido de auto expresión- ésta es una colección que juega con el binarismo: la exploración y elevación de la deconstrucción; la interpolación de arquetipos de género; la perturbación de la sofisticación femenina. La ilusión de despreocupación esta elegantemente construída y las piezas fueron diseñadas para usarse de varias formas.
La sastrería masculina y las telas tradicionales son retorcidas a formas femeninas, mientras que elementos de utilitarismo aparecen de repente: monos, delantales, uniformes. El encaje esta lacado y en capas; flashes de fetichismo aparecen a través de detalles de lencería que se dejan asomar, o botas con agujetas a la altura del muslo. Aperturas que dejan entrever forros con lentejuelas.
En una perfeccionada perspectiva del punk, el punto aparece con cortes limpios o ligeramente deformado. La lana esta ligeramente arrugada, piezas sin abotonar o usadas de forma torcida. Vestidos de satín con un drapeado volteado son acompañados con románticas bufandas ondulantes.
Con la introducción de un nuevo bolso, el Fendi Origami, Silvia Venturini rinde homenaje a esa sensibilidad multipropósito tan innata a la casa, con una silueta que ha sido diseñada para transformarse en dos formas distintas.
Material cortesía de: FENDI.