Para la colección Dior Otoño 2025, Maria Grazia Chiuri tiene la intención de explorar y conectar el área que determina los hábitos de vestimenta de las culturas de todo el mundo. Por lo tanto, estudia la prenda en dos y tres dimensiones, como lo ejemplifica la chaqueta kimono siguiendo a Monsieur Dior quien, para el otoño-invierno de 1957, creó el Diorpaletot y el Diorcoat, diseñados para usarse sobre un kimono respetando su forma.
Luego, en el continuo juego de inspiraciones y referencias que constituye la moda, un álbum que relata un viaje a Japón, donde los modelos Dior de Marc Bohan fueron presentados en Tokio en 1971, establece un diálogo con los personajes fascinantes del teatro japonés.
También ubicada en esta cartografía imaginaria se encuentra la exposición “Love Fashion: In Search of Myself ”, que la Directora Creativa de las colecciones femeninas de Dior visitó en Kioto. Una odisea que, al confrontar dos culturas de la moda distintas, transmite la actitud singular de los cuerpos y la complejidad de las emociones que los impregnan a través del corte de las prendas: el cuerpo, la identidad y el deseo son los temas principales abordados.
Maria Grazia Chiuri opera en el campo de la moda en torno a una especie de alma material donde la prenda es el cuerpo: un cuerpo contemporáneo que integra la ecuación del Kimono y la calidad del textil en la arquitectura inherente al ADN de la Directora Creativa. Así es como se han desarrollado chaquetas y abrigos con líneas generosas y envolventes, a veces con cinturón. Prendas preciosas, tanto por su tejido, la seda, como por el boceto de un jardín japonés que acompaña la silueta.
Pantalones anchos y faldas largas ondean con cada paso y movimiento. Esta es una colección metamórfica, donde el negro permanece intenso, profundo; donde la narrativa cautivadora de los patrones florales se convierte en un estampado en sí mismo; donde la incrustación de bordados dorados expresa el maravilloso deseo que siempre fluye a través de la moda y sus creadores.
Esta nueva línea oscila entre formas de vestir que representan culturas en nuestra conciencia colectiva. Participa en conversaciones que sugieren nuevas soluciones dentro de esta perspectiva, vinculando la moda a la arquitectura y, en su aspecto más íntimo, colocando el cuerpo, los cuerpos, en su centro.
